20). EVENTOS QUE ACOMPAÑARÁN EL RETORNO DE CRISTO Las siguientes son algunas, aunque no todas, las señales que acompañarán la Segunda Venida de Cristo: “Y también habrá terremotos en diversos lugares, y muchas devastaciones” (D&C 45:33). Considérense las gigantescas fuerzas de gravedad necesarias para sacar la tierra del campo gravitacional del sol. La tierra tiene un núcleo fundido, y cuando las placas flotantes que componen la corteza de la tierra se deslicen y empujen entre sí, se darán los más grandes terremotos conocidos por el hombre. “Y toda la tierra estará en conmoción” (D&C 45:26). “Los hombres caerán al suelo” (D&C 88:89). “La tierra….temblará y se tambaleará como un borracho” (D&C 49:23). “Las estrellas se irritarán extremadamente, y se lanzarán hacia abajo” (D&C 88:87). A medida que la tierra acelera alejándose del sol, los mares se lanzarán por sí mismos saliéndose más allá de sus límites y la tierra temblará y se tambaleará. Eventualmente, “la tierra de Jerusalén y la de Sión volverán a su propio lugar, y la tierra será como en los días antes de ser dividida” (D&C 133:24). Esto cumplirá muchas escrituras con respecto a la Segunda Venida de Cristo. De mucha importancia entre los eventos que acompañarán el retorno del Señor, serán las “señales y maravillas, porque se manifestarán arriba en los cielos” (D&C 45:40). Estas señales celestiales incluyen el retorno de las diez tribus, como lo dice la Hermana Eliza R. Snow, “una restitución todavía debe venir, que te restaurará a ti [tierra], por esa gran ley de los mundos, la suma de tu materia por fin.” Quizá un retorno como éste es a lo que se refirió el Profeta
cuando declaró, “Entonces aparecerá en los cielos una gran señal del Hijo del Hombre. Pero ¿qué hará el mundo? Dirá que es un planeta, o un cometa.” 47 El Retorno de las Diez Tribus De acuerdo con la Hermana Snow, las diez tribus harán un retorno dramático a la tierra. Doctrina y Convenios dicen cuándo las diez tribus aparecerán en los países del norte, “Herirán las peñas, y el hielo fluirá ante su presencia. Y se levantará una calzada en medio del gran mar” (D&C 133:26-27). ¿Qué cosa podría derretir el hielo y sacudir la tierra más eficazmente que un planeta aterrizando en los países del norte transportando las diez tribus perdidas? Hay otras opiniones en relación con el retorno de las diez tribus. El Dignatario Parley P. Pratt, en el periódico inglés de la Iglesia, Millenial Star, dijo cómo estos fragmentos retornantes aumentarían grandemente el tamaño de la tierra:
Las estrellas que caerán a la tierra son fragmentos que han sido arrancados de la tierra de cuando en cuando durante las poderosas convulsiones de la naturaleza. Algunos en los Días de Enoc, otros quizá, en los Días de Peleg, otros con las diez tribus, y otros durante la crucifixión del Mesías. Todos estos deberán ser restaurados otra vez en ‘los tiempos de la restauración de todas las cosas.’ Serán restauradas las diez tribus de Israel; y Sión será traída otra vez, aun la ciudad de Enoc. Será traído el árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios; para que vosotros y yo podamos comer de él (Véase Apocalipsis 2:7). Cuando estos fragmentos (algunos de los cuales son más grandes que la tierra en su estado presente) sean traídos y unidos a esta tierra, esto causará una convulsión de la naturaleza. Los sepulcros de los Santos serán abiertos, y estos se levantarán de los muertos. Las montañas caerán, los valles se levantarán, los mares se retirarán a su propio lugar, las islas y los continentes serán removidos, y la tierra será muchas veces más grande de lo que es ahora.¿Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, como creeréis si os dijere de cosas celestiales? [Juan 3:12]
Tinieblas: El sol y las estrellas se negarán a brillar (D&C 34:9) antes de la venida de Cristo Y el sol esconderá su faz, y se negará a dar luz; y la luna será bañada en sangre; y las estrellas se irritarán extremadamente, y se lanzarán hacia abajo como el higo que cae de la higuera [D&C 88:87].
Richards and Little, ibid, página 275.
Parley P. Pratt, Millenial Star (Estrella Milenaria), Feb.1841, Vol. 1, No. 10, página 258.
Pero antes que venga ese día grande, el sol se oscurecerá… y las estrellas se negarán a brillar y algunas caerán; y grandes destrucciones esperan a los malvados [D&C 34:9]. La luz del sol se atenuará a medida que la tierra deja el sistema solar. Al empezar a entrar al polvo que constituye el velo, la luz que se percibe del sol y las estrellas se oscurecerá aún más y eventualmente cesará. Considérense en 3 Nefi los terribles eventos que ocurrieron antes de la visita del Salvador a los nefitas. El relato de 3 Nefi es un tipo de sombra de la Segunda Venida: grandes terremotos, mares levantándose ellos mismos hasta más allá de sus límites, lugares escabrosos volviéndose llanos, valles levantados, el sol y las estrellas negándose a dar su luz, y los inicuos destruidos. Todas estas destrucciones conducen a la aparición personal del Salvador, después de lo cual los que sobreviven viven juntos en armonía paradisíaca. Probablemente, como pasó con los Nefitas, así será la venida del Hijo del Hombre. La venida de Cristo ocurre a medida que la tierra pasa a través del velo Es completamente consistente con la teología de los Santos de los Últimos Días que al ir pasando a través del velo, la tierra se encontrará con el Señor. Tal y como lo es con los hombres, lo es con el globo terrestre: cada uno debe pasar a través del velo a la presencia del Señor. El Señor no vendrá sin compañía cuando retorne: “Entonces tu [Enoc] y toda tu ciudad los recibiréis allí, y los recibiremos en nuestro seno” (Moisés 7:63). La Sión de Enoc ya ha sido trasladada a la región terrestre de la galaxia. La tierra puede encontrarse con la Ciudad de Santidad en el velo, en la Segunda Venida de Cristo. Cuando el Señor retorne, “toda cosa corruptible, bien sea del hombre o de las bestias… las aves… los peces… que more sobre la faz de la tierra, será consumida; y también [toda cosa corruptible] lo que fuere elemento se derretirá con calor abrasador; y todas las cosas serán hechas nuevas” (D&C 101:24-25, énfasis añadido). Seguramente, los elementos telestiales serán consumidos a Su venida y serán dejados en el velo. Quizá todos los elementos de la tierra serán consumidos, y la tierra será acelerada con un tabernáculo terrestre. Esta muda del viejo “cuerpo” de la tierra y el revestimiento con uno terrestre sería el equivalente de la muerte y la resurrección. De esta idea se pueden encontrar indicios en muchas escrituras que dicen que la tierra “pasará” (véase Mateo 24:35; 2 Pedro 3:10; 3 Nefi 26:3; D&C 29:23; Apocalipsis 21:1; 1 Nefi17:46; Alma 9:2-3; Eter 13:8; Moisés 1:35, 38). En Doctrina y Convenios leemos acerca de la tierra, “a pesar de
que morirá, será vivificada de nuevo; y aguantará el poder que la vivifica” (D&C 88:26, énfasis añadido). CRISTO ILUMINARÁ LA TIERRA, ALLÍ NO HABRÁ NOCHE El apóstol Juan describió su visión del Milenio de la siguiente manera:
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios… La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera… pues allí no habrá noche (Apocalipsis 21:1, 10, 23, 25 énfasis añadido).
Isaías declara: “El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria” (Isaías 60:19). De la misma manera el Salmista cantó sobre el tiempo cuando “la noche resplandece como el día” (Salmos 139:13). El brillo del Señor cuando venga a la tierra será suficiente para cubrir la tierra, porque el Profeta Joseph Smith corrigió el texto bíblico así: “Porque así como la luz de la mañana nace en el oriente y resplandece hasta el occidente, y cubre toda la tierra, así también será la venida del Hijo del Hombre” (Joseph Smith – Mateo 1:26, Mateo 24:27). Durante el Milenio, la gloria y luz de Cristo brillará de este a oeste y será vista por todos los hombres, porque “su gloria estará sobre ellos” (D&C 45:5). No habrá noche durante el Milenio. Tan apacible y constante será el clima durante este tiempo que aparentemente, las estaciones serán eliminadas, porque Amós dijo, “el que ara alcanzará al segador” (Amos 9:13). Durante los 1.000 años del Milenio, la tierra estará atravesando la zona terrestre. Cada uno de los ciudadanos felices de la tierra se “alegrará con la luz del semblante de su Señor” (D&C 88:56). El glorioso reinado de Cristo sobre la tierra es consistente con el patrón que dice que el Padre ministra en el celestial, el Hijo
en el terrestre (región milenaria), y el Espíritu Santo en el reino telestial (D&C 76:86-87). Las escrituras establecen que tanto al principio como al final del Milenio, un drástico cambio tendrá lugar, en el cual habrá “un cielo nuevo y una tierra nueva” (Isaías 65:17; 2 Pedro 3:13; Eter 13:9; Apocalipsis 21:1). La tierra será cambiada a una gloria paradisíaca al principio del Milenio y a una gloria celestial al final del mismo. Es fácil entender por qué habrá “una nueva tierra” en cada una de estas dos ocasiones. LA TIERRA PASA DE LA GLORIA TERRESTRE A LA GLORIA CELESTIAL Cuando los 1.000 años del paraíso hayan vencido, y Lucifer sea liberado y finalmente expulsado para siempre, la tierra “será llevada de nuevo a la presencia de Dios y coronada con gloria celestial”. 49 Como lo prometió el Señor, “después de haber cumplido la medida de su creación [la tierra], será coronada de gloria, sí, con la presencia de Dios el Padre” (D&C 88:19). La Hermana Snow escribió, “A grandes voces los Dioses te traerán [la tierra] a llenar tu nativo lugar.” Brigham Young añade que la tierra purificada y santificada será “puesta en el grupo de estrellas del reino celestial”. 50 De acuerdo con el Teorema de Kólob, al final del Milenio, la tierra pasará del reino terrestre, a través de un velo de polvo, a la gloria celestial. La tierra será otra vez consumida por fuego y convertida en una ardiente esfera celestial.
Y vendrá el fin, y el cielo y la tierra serán consumidos y pasarán, y habrá un cielo nuevo y una tierra nueva. Porque todas las cosas viejas pasarán, y todo será hecho nuevo, el cielo y la tierra, y toda la plenitud de ellos, tanto hombres como bestias, las aves del aire, y los peces del mar [D&C 29:23-24].
LA TIERRA SERÁ UN GRAN URIM Y TUMIM La tierra celestial brillará por sí misma. Como enseñó Brigham Young, “Cuando sea celestializada, será como un sol, y estará preparada para la habitación de los Santos y será llevada otra vez a la presencia del Padre y del Hijo. Entonces no será un cuerpo opaco como lo es ahora, sino que será como las
Richards and Little, ibid, página 288. Brigham Young, Journal of Discourses (Diario de Discursos), Vol. 17 página 117.
estrellas del firmamento”. 51 Orson Pratt añade que esta tierra será clasificada “entre los orbes resplandecientes”. 52 Joseph Smith enseñó que, “esta tierra en su estado santificado e inmortal, llegará a ser semejante al cristal, y será un Urim y Tumim para los habitantes que moren en ella” [D&C 130:9]. La descripción de Joseph Smith de la tierra celestial se asemeja a la descripción de San Juan de la Sión santificada: “Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio” (Apocalipsis 21:21). La tierra “es menester que sea santificada de toda injusticia, a fin de estar preparada para la gloria celestial; porque después de haber cumplido la medida de su creación, será coronada de gloria, sí, con la presencia de Dios el Padre; para que los cuerpos que son del reino celestial la posean para siempre jamás” (D&C 88:18-20).
CONCLUSIÓN Muchas escrituras atestiguan que la tierra está viva, que fue creada espiritualmente y que se mueve paso a paso hacia su destino final. Será uno de los resplandecientes orbes cercanos al santo trono de Dios. Las convulsiones de la naturaleza que acompañarán la segunda venida de Cristo, pueden ser entendidos mejor al considerar el trauma de la tierra al dejar su órbita alrededor del sol.
Ibid., Vol. 7, página 163. Orson Pratt, Millenial Star (Estrella Milenaria), 12:72
Capítulo 9
Otros mundos mortales dentro de la Vía Láctea
COROLARIO 7: OTROS MUNDOS MORTALES DENTRO DE LA VÍA LÁCTEA El Padre Celestial tiene muchos otros mundos los cuales siguen el mismo patrón que la tierra y que existen ahora en uno de las varias etapas de esta progresión; muchos se encuentran ahora en su período mortal y están habitados con seres que parecen, actúan y se asocian como lo hacemos nosotros, ya que ellos son, como nosotros, hijos del Padre Celestial.
LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO La progenie de Dios es colocada en otros mundos así como en esta tierra (D&C 76:24, 88:51-57). Cristo ayudó al Padre en la creación de estos mundos. Cristo también es el Salvador y Redentor de todos estos mundos. El Profeta nos enseñó que los habitantes de otros mundos son “salvados por nuestro mismo Salvador”. OTRAS CIVILIZACIONES DENTRO DE LA GALAXIA En años recientes, mucho se ha publicado sobre la probabilidad científica de que existan en el universo muchos mundos que pueden mantener vida y producir una civilización capaz de comunicación interestelar. Todos los elementos físicos que se encuentran en nuestro planeta son comunes a los que se encuentran extensamente dispersos a través del cosmos. No hay nada particularmente único con respecto a la estructura de la tierra y su relación con el sol que pudiera evitar que existieran mundos similares alrededor de otras
estrellas. Se ha demostrado que las mismas leyes nucleares, químicas y físicas que conocemos en la tierra, funcionan en partes remotas del sistema solar. El profesor Hallis R. Johnson, de la Universidad de Indiana, enumera los prerrequisitos para que la vida, tal y como la conocemos en la tierra exista en el espacio. Su lista, basada en la química del carbono, incluye agua en estado líquido, un suministro de oxígeno, luz, calor y gravedad apropiados. 53 No presiente la probabilidad de que exista vida basada en alguna química exótica (que no sea el carbono). Reporta factores considerados por un grupo de científicos en West Virginia en 1961. Estos científicos se reunieron para considerar la posibilidad de que existan dentro de la Vía Láctea civilizaciones capaces de comunicación. Los factores, tal y como los determinaron estos científicos, son los siguientes: A. ¿Cuál es la tasa de creaciones de estrellas en la Vía Láctea? Él la calcula en 10 estrellas por año. Se debe pensar en las estrellas como si cada una fuera un sol. B. ¿Qué fracción de los planetas tiene estrellas? Johnson estima que uno en diez, siendo este un cálculo conservador. En otro estudio, el Dr. Harrison informa que de las 100 estrellas más cercanas a nuestro sol, se sabe que ocho tienen cuerpos oscuros invisibles asociados con ellas por su “bamboleo,” y que 60 de ellas tienen objetos del tamaño de la masa de Marte o más grandes. 54 C. ¿Cuántos planetas están a la distancia correcta de sus soles como para tener un ambiente que pueda soportar vida? Él concluye que cada sistema solar remoto podría, en promedio, contener uno de estos planetas idealmente localizados y lo suficientemente grande como para retener una atmósfera de oxígeno por medio de su propia gravedad y tener agua en estado líquido. D. ¿Cuáles son las probabilidades de que aparezca vida en un planeta favorecido como éste? El Dr. Johnson concluye que una en diez. E. ¿Cuáles son las probabilidades de que la vida en ese planeta produzca una civilización? De Nuevo, el Dr. Johnson estima una en diez. F. Finalmente, él mismo considera cuántas de estas civilizaciones son capaces de comunicación y por cuánto tiempo. Su resumen final es que si una civilización capaz de comunicación durara 1.000 años, podría haber por lo menos 100 civilizaciones como éstas en nuestra
Hollis R. Johnson, “Civilizations Out in Space,” (Civilizaciones fuera del Espacio) BYU Studies, Autumn 1970, Vol. 11, No. 1, página 5.
Hal Knight, “Are There Millions of Earth-like planets?,” Deseret News, Feb. 2, 1966, página A13.
galaxia, y que si estas civilizaciones duraran un billón de años, habría 100 millones de civilizaciones como éstas. “Parece muy posible que haya muchas civilizaciones alrededor de nosotros en la [Vía Láctea] galaxia”. 55 LA TECNOLOGÍA ES DEL SEÑOR Tenga en consideración el progreso técnico que el hombre ha logrado en el curso de nuestras vidas. Si pudiéramos continuar este progreso por cien o mil años más, ¡que fantástico mundo material sería este! De hecho, consideramos como altamente posible que el Milenio será una era de extremadamente avanzada tecnología. Muy posiblemente les será solicitado a los niños escolarizados, a los estudiantes universitarios y a los profesores que continúen con sus esfuerzos después de la venida de Cristo. La destrucción que acompañará el retorno de Cristo muy posiblemente destruirá mucha de nuestra base industrial, sin embargo como hemos visto con Japón y Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, ésta puede ser una oportunidad para reconstruir con la tecnología más avanzada disponible que haya en ese momento. Consideremos la principal tarea del Milenio – la obra del templo. Esta tarea depende en la actualidad altamente de los computadores, el equipamiento audiovisual y los templos que usan electricidad. Si nosotros, que actualmente estamos avanzando a paso de tortuga en esta obra, dependemos de tal tecnología, ¿no podría el Señor decidir usar las mismas herramientas para avanzar y coordinar la obra del milenio entre miles de templos y billones de ordenanzas? Es difícil imaginar la unión de todo el “libro de las generaciones de Adán,” tan sólo con papel y lápiz. Estas nuevas invenciones técnicas son del Señor, y sospechamos que Él tendrá a Sus fieles santos usándolas, incluso en el Milenio. LOCALIZANDO CIVILIZACIONES EXTRATERRESTRES Se han hecho algunos intentos preliminares con el fin de detectar señales de radio de civilizaciones dentro de la galaxia. Hasta ahora no se ha tenido ningún éxito. En 1981 los Estados Unidos canceló la financiación del proyecto por parte del gobierno, sin embargo con financiación privada del “Planetary Society of Pasadena, California” se continuó la búsqueda con nuevos equipos sensibles. El profesor Horowitz, físico y experto en electrónica, ha propuesto un sofisticado receptor para buscar cualquier tipo de señal que alguna sociedad extraterrestre pudiera estar trasmitiendo a la tierra. El receptor sería capaz de
Ibid., página 9.
escuchar un cuarto de millón de canales de radio simultáneamente, sería anexado a radio telescopios existentes, tales y como la antena gigante de 1.000 pies en Arecibo, Puerto Rico, y buscaría señales de radio, frecuencias especiales o “mágicas.” Estas son frecuencias, tal y como los de canales de TV, que serían conocidas por otras civilizaciones como la nuestra, porque las leyes de la naturaleza son posiblemente las mismas en todas partes. Ya que estos canales son característicos, cualquier señal en ellos se destacaría de entre el ruido aleatorio de radio de la galaxia, y algunos científicos piensan que civilizaciones extraterrestres podrían usarlos para enviar señales de su existencia a nuevas civilizaciones emergentes como la nuestra. La idea de otros mundos con seres inteligentes puede parecer alarmante al hombre común y corriente, quien concluyó en los siglos pasados que nuestro planeta y el hombre eran el núcleo del universo. Sin embargo, para los Santos de los Últimos Días, todo esto fue mencionado hace mucho tiempo en las enseñanzas del evangelio a través del Profeta Joseph Smith. MUCHOS MUNDOS Tenemos razón para creer que el número de mundos habitados es más grande de lo que la ciencia ha estimado. En los cálculos previamente citados, el científico estimó que en mundos aptos para el desarrollo de vida, pocos de hecho producirían vida y civilización. Sin embargo, si Dios estuviera ensamblando estos mundos ideales, no fallaría. En una gran visión de los cielos, a Moisés se le mostraron “mundos sin número” que el Señor Dios había creado. El Señor dijo:
Los cielos… para mí están contados, porque son míos. Y así como dejará de existir una tierra con sus cielos, así aparecerá otra; y no tienen fin mis obras… Porque, he aquí, ‘Esta es mi obra y mi gloria: llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” [Moisés 1:37-39]. Pero sólo te doy un relato de esta tierra y sus habitantes. Porque he aquí, hay muchos mundos que por la palabra de mi poder han dejado de ser. Y hay muchos que hoy existen, y son incontables para el hombre; pero para mí todas las cosas están contadas, porque son mías y las conozco. [Moisés 1:35]
Estas consideraciones llevan a la conclusión de que debe haber muchos millones de mundos que sostienen vida en nuestra galaxia. De hecho, en Egyptian Alphabet and Grammmar (Alfabeto Egipcio y Gramática), Joseph Smith se
refiere al “grado de luz – animando la faz de millones de planetas”. 56 Los Santos de los Últimos Días creen en muchos mundos habitados. ¿CÓMO SON LOS HABITANTES DE OTROS MUNDOS? De acuerdo con el Teorema de Kólob, las formas de vida en otros planetas de hecho incluyen los hijos engendrados por Elohim. El Señor le reveló a Joseph Smith “que por él [Cristo], a través de él y de él, los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios” (D&C 76:24). Nótese que “los mundos” tienen “habitantes” y esos habitantes son hijos de nuestro Dios. La idea de la posibilidad de pequeños hombres verdes con cuernos que existen en Marte o en alguna otra parte del universo, ha generado muchos chistes. Un autor especuló con respecto a algún día encontrarse con un habitante del espacio con “barba verde y tres estómagos.” Los Santos de los Últimos Días saben que tales habitantes se parecerían a los hombres de la tierra. Ya que estos habitantes son hijos e hijas de Dios, de la misma manera son creados a Su imagen y semejanza, varones y hembras. LAS MISMAS LEYES OPERAN EN OTROS MUNDOS La declaración del Profeta Joseph Smith de que habitantes de otros mundos son salvados por nuestro mismo Salvador 57 indica que hay muchos planetas que siguen el mismo patrón de la tierra. Probablemente la expiación de Jesucristo está disponible para ellos, bajo las mismas normas que lo está para nosotros. Tales condiciones deben incluir guardar los mandamientos, vencer un demonio (o demonios) en su mundo, ser bautizados por agua y por el Espíritu, vivir una vida recta y ser unidos en matrimonio a través el sacerdocio. El sacerdocio de Dios no conoce límites dentro de Su universo. Abraham nos da una representación de “Dios, sentado sobre su trono, revelando a través de los cielos las grandes palabras claves del sacerdocio” (Abraham Facsímile 2:7, énfasis añadido). Jesucristo explicó más a Joseph Smith, en cuanto a la extensión de Sus reinos, “y hay muchos reinos; pues no hay espacio en el cual no haya reino; ni hay reino en el cual no haya espacio, bien sea un reino mayor o menor” (D&C 88:37).
Joseph Smith, Egyptian Alphabet and Grammmar (Alfabeto Egipcio y Gramática), página 28. Joseph Smith, Times and Seasons (Tiempos y Estaciones), Agosto 1843, Vol. 4:4.
Más tarde, en la misma revelación, el Señor explica que Él visita cada una de sus creaciones en secuencia:
Compararé estos reinos a un hombre [Dios] que tiene un campo [galaxia], y envió a sus siervos a cavar en él. Y dijo al primero: Ve y trabaja en el campo, y en la primera hora vendré a ti, [en tu mundo] y verás el gozo de mi semblante; Y dijo al Segundo: Ve tú también al campo, y en la segunda hora te visitaré con el gozo de mi semblante; Y también al tercero, diciendo: Te visitaré; Y al cuarto, y así hasta el duodécimo. Y así, todos recibieron la luz del semblante de su señor, cada hombre en su hora, en su tiempo y en su época. Cada hombre en su propio orden… Por consiguiente, compararé todos estos reinos y sus habitantes a esta parábola, cada reino en su hora y en su tiempo y su época, de acuerdo con el decreto que Dios ha establecido [D&C 88:51-55,58,60,61).
El Dignatario B.H. Roberts sintió que el patrón de concejos de presidentes, compuestos de presidencias y quórums, también existe en otros mundos. El Dignatario Roberts dijo: “Cada presidencia de un sistema de mundos o de cada planeta en particular es la personificación de esa autoridad que se extiende desde el principio de la línea de Dioses a través del universo”. 58 Basándonos en las palabras de Dios a Enoc, concluimos que los habitantes de otros mundos también experimentan iniquidad y rectitud. Dios le dijo: “Puedo extender mis manos y abarcar todas las creaciones que he hecho; y mi ojo las puede traspasar también, y de entre toda la obra de mis manos jamás ha habido tan grande iniquidad como entre tus hermanos” (Moisés 7:36). El Teorema de Kólob sostiene que la experiencia mortal que encontramos aquí en la tierra se repite muchas, muchas veces dentro de la galaxia. De hecho, es un patrón universal para muchos mundos previos y muchos más por venir. MUCHOS MUNDOS EXALTADOS Sí, mundos más allá de la habilidad del hombre para contarlos, han seguido el patrón de creación, Jardín del Edén, mortalidad, milenio y celestialización, podríamos encontrar que hay muchos mundos que han finalizado su curso y han sido exaltados en el ardiente núcleo de la galaxia. Sin duda, si pudiéramos ver a través del velo de polvo en el núcleo galáctico, podríamos ver muchos mundos exaltados. Orson Pratt explica su opinión con estas palabras: “Cuando cada
B.H. Roberts, “The Gods and Their Government,” (Los Dioses y Sus Gobiernos) Contributor, 9:115-118.
creación de Dios ha llenado la medida y límites establecidos y los tiempos dados para su continuación en un estado temporal, esta creación tanto como sus habitantes que sean dignos serán hechos celestiales y glorificados juntos”. 59 CONCLUSIÓN Basados en la evidencia anterior, concluimos que Cristo creó todos los mundos del Padre Celestial. Que Su expiación llevada a cabo en esta tierra es válida y efectiva en todos los otros mundos. Que los habitantes de estos otros mundos se parecen y actúan como nosotros porque también son hijos de Dios esforzándose en su probación mortal y que hay muchos mundos habitados por otros hijos de nuestro Padre Celestial.
Orson Pratt, Journal of Discourses (Diarios de Discursos), 17:332-333.
Capítulo 10
Cronometrando la velocidad y el tiempo
COROLARIO 8: VELOCIDAD DE DESPLAZAMIENTO Debe existir una velocidad de desplazamiento de los seres celestiales, más rápida que la velocidad de la luz, una velocidad tal y como la velocidad del pensamiento. COROLARIO 9: CRONOMETRANDO EL TIEMPO El Padre Celestial tiene un sistema de tiempo – un reloj, podríamos así decir, similar al nuestro, pero moviéndose más lentamente; en proporción es como de uno a 365.000. El tiempo aquí en la tierra se experimenta únicamente durante la probación telestial del planeta. Además, un “reloj” terrestre (del reino terrestre) debe existir para medir los períodos del Jardín del Edén y del Milenio.
LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO Dios maneja Su reino de manera eficiente. Tiene medios de comunicación y transporte muy veloces. El desplazamiento entre varios lugares en el reino de Dios puede ser llevado a cabo por seres espirituales a la velocidad o cerca de la velocidad del pensamiento. El tiempo en la tierra (24 horas/día y 365 días/año) comenzó con la caída de Adán (D&C 84:100). El tiempo de Dios pasa mucho más lento que el del hombre.
LA VELOCIDAD DEL DESPLAZAMIENTO CELESTIAL El poema del hermano W.W. Phelps, “If You Could Hie to Kólob”, 60 nos da una idea de lo que es un viaje instantáneo: “Si tú pudieras ir a Kólob en un parpadeo de ojos y entonces seguir adelante volando a esa misma velocidad…” Esta velocidad, de acuerdo con el Teorema de Kólob, es de 27.000 años-luz en un abrir y cerrar de ojos. Por supuesto que esta velocidad, es desconocida para la ciencia. La velocidad más rápida de cualquier clase de material o energía es la velocidad de la luz, 186.000 millas por segundo. El viaje a Kólob a la velocidad de la luz tomaría 27.000 años terrestres. Sin embargo tenemos muchos ejemplos de que un viaje como éste ha ocurrido en una pequeña fracción de ese tiempo. Nuestro Salvador le dijo a Sus apóstoles hebreos después de la resurrección, que Él ascendió a Su Dios y al Dios de ellos (Juan 20:17). Entonces, después de haber hecho esto, bajó pronto desde donde Su Padre, con mandamientos para los nefitas (3 Nefi 9:15). De este modo, el Salvador hizo un viaje de ida y vuelta desde la tierra a Kólob y desde Kólob a la tierra. A la luz le toma 54.000 años hacer este mismo viaje. Debe haber una velocidad de desplazamiento de seres celestiales u objetos espirituales más rápida que ninguna cosa conocida por el hombre. Moroni hizo un viaje similar de ida y vuelta entre los años 421 y 1823 después de Cristo. O considérese cada bebé recién nacido, recién llegado de la presencia de Dios. Ninguno de nosotros afirmaría que cada bebé gastaría 27.000 años, a la velocidad luz, para llegar a su madre aquí en la tierra para el nacimiento. Las oraciones son dichas, oídas en los cielos, y a veces contestadas de manera instantánea. Incluso Dios a veces nos contesta mientras estamos todavía orando. ¿Cómo pueden estos mensajes viajar de ida y vuelta a tal velocidad? La ciencia debería estar buscando velocidades de desplazamiento de una magnitud increíble. El Dignatario Melvin J. Ballard expresó la idea de que los tres nefitas podrían moverse a la velocidad del pensamiento. Dijo: “ellos tienen poder sobre los elementos de la tierra, poder sobre la ley de gravedad, poderes a través de los cuales se pueden mover sobre la faz de la tierra, a la velocidad de sus propios pensamientos”. 61 Brigham Young habló con respecto a otros mundos diciendo: “Mundos continuarán siendo hechos, formados y organizados, y mensajeros de esta tierra serán enviados a otros mundos… Debemos hacer nuestro hogar aquí [sobre la tierra celestializada], e ir a nuestras misiones como lo estamos haciendo ahora,
Himnos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, himno 284 (Versión en inglés). Melvin J. Ballard, “The Path to Celestial Hapiness”. Deseret News, Oct. 31, 1925.
pero a una velocidad mayor que la del ferrocarril” 62 ¡Que declaración tan subestimada, que tales mensajeros inter-planetarios pudieran viajar más rápido que un ferrocarril! Otro ejemplo de este principio es el ángel Gabriel a quien se hizo volar “con presteza”. Mientras que el profeta Daniel estaba orando, Dios le mandó al ángel volar a la tierra y darle un mensaje; cuando llegó, Daniel todavía estaba orando y el ángel tuvo que tocarlo para llamar su atención (Daniel 9:19-23). El viaje de Gabriel desde la presencia de Dios hasta Daniel en la tierra tomó lugar en menos tiempo que la oración de éste. Tuvo que haber viajado a la velocidad del pensamiento. EL TIEMPO DE DIOS Y EL TIEMPO DEL HOMBRE Puede ser difícil pensar que Dios tenga un reloj, pero aparentemente así es. De hecho cada globo o planeta tiene su propia manera de contar el tiempo. El Señor le dijo a Abraham a través del Urim y Tumim, “Y así habrá la computación del tiempo de un planeta sobre otro, hasta acercarte a Kólob…Y te es dado a conocer el tiempo fijo de todas las estrellas” (Abraham 3:9-10). El Profeta Joseph Smith dio esta explicación con respecto a diferentes sistemas de tiempo. “ En respuesta a la pregunta: ¿No se calcula el tiempo de Dios, el de los ángeles, el de los profetas y el del hombre, de acuerdo con el planeta en que residen? Contestó que sí… los ángeles no moran en un planeta como esta tierra; sino que viven en la presencia de Dios, en un globo semejante a un mar de vidrio y fuego” (D&C 130:47, énfasis añadido). Sin embargo las escrituras sólo dan detalles del tiempo de Dios y del tiempo de la tierra. EL TIEMPO DE DIOS Abraham nos confirma que Dios tiene Su propio sistema para cronometrar el tiempo; está basado en las revoluciones de Kólob.
Kólob era conforme a la manera del Señor, según sus tiempos y estaciones en sus propias revoluciones; que una revolución era un día para el Señor, según Su manera de contar, que es mil años de acuerdo con el tiempo que le es señalado a esa [tierra] dónde estás. Esta es la computación del tiempo del Señor, según el cómputo de Kólob (Abraham 3:4, énfasis añadido).
Brigham Young, Journal of Discourses, Vol. 8 página 200
La fórmula exacta para calcular la relación del tiempo de Dios (tiempo celestial) con el tiempo del hombre sobre la tierra es dada en el Facsímil No. 2: “La medida corresponde al tiempo celestial… Un día en Kólob equivale a mil años, según la manera de medir de esta tierra” (Abraham, Facsímile 2:1). Aquí estamos comparando días con años. Para hacer esto entendible necesitamos cambiar los días a años para así comparar años con años. Hay 365 días en un año. Multiplicando 365 en cada lado de la ecuación tenemos: un año en el tiempo de Dios es 365.000 años en el tiempo de la tierra o en una proporción, es como uno a 365.000. Esto significa que 7.000 años de la existencia temporal de la tierra (D&C 77:12) serían siete días en el tiempo de Dios, o una semana. Es claro entonces, que el cómputo del tiempo es real, calculable y entendible. Pero el tiempo de Dios pasa muy despacio comparado con el tiempo de nuestra tierra. Ya que sabemos que el tiempo de Dios es el mismo de Kólob, tenemos una manera de entender el tiempo en el corazón de la galaxia de la Vía Láctea. TIEMPO TERRESTRE CAMBIADO A TIEMPO TELESTIAL Esperamos que los soles y los planetas tengan su propio sistema de tiempo. También debemos asumir que el tiempo de un planeta cambie si se mueve de lo terrestre a lo telestial, así como pasó con la tierra al tiempo de la caída de Adán. Consideremos lo que sabemos del cómputo del tiempo en el Jardín del Edén. En este caso parece que el tiempo del Señor se estaba utilizando. “Más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque en la ocasión en que de él comieres, de seguro morirás. Ahora bien, yo, Abraham, vi que era según el tiempo del Señor, que era según el tiempo de Kólob; porque hasta entonces los Dioses aún no le habían señalado a Adán su manera de calcular el tiempo” (Abraham 5:13). Como punto de referencia, por favor considere que el “día” en que Adán participó del fruto no terminaría sin que Adán muriera primero. Al tiempo de la caída de Adán éste recibió su manera de calcular el tiempo y empezó a contar su edad, vemos que vivió 930 años y murió (Génesis 5:5). El “día” en el que Adán iba a morir era uno de los días de Dios ya que de éste se habló en el Jardín del Edén, 82
1.000 años en la tierra. La muerte de Adán ocurrió 70 años antes de que este “día” terminara. EL TIEMPO DEJA DE SER Hablando del tiempo de la segunda venida de Cristo, el Señor promete: “Satanás está atado, y el tiempo [de la tierra] ha dejado de ser” (D&C 84:100). También al sonido de la séptima trompeta “…el tiempo dejará de ser; y Satanás será atado” (D&C 88:110). Entendemos que estas escrituras significan que el tiempo de la tierra dejará de ser, porque por supuesto el tiempo de Dios, el tiempo de Kólob continuará. EL TIEMPO DE LA TIERRA DURARÁ SOLAMENTE SEIS MIL AÑOS Reconocemos que en la actualidad el tiempo del hombre o el tiempo de la tierra es 24 horas/día y 365 días/año. Fue después de la caída de Adán que el tiempo de la tierra fue establecido (Abraham 5:13). Probablemente esto sucedió al tiempo que la tierra salió de la zona terrestre (Jardín del Edén) y fue capturada en su órbita alrededor del sol. Fue sólo entonces que el sol apareció sobre la tierra durante el día al tiempo que rotaba sobre su eje cada 24 horas. De la misma manera fue sólo entonces que la tierra tomó 365 días para completar su ciclo a través de las cuatro estaciones y hacer una órbita anual completa alrededor del sol. La tierra continúa su existencia temporal de seis mil años hasta el comienzo del Milenio (D&C 77:7-12). Para entonces, la tierra terminará su existencia telestial y comenzará su período terrestre. El tiempo de la tierra terminará al tiempo que Cristo regrese para atar a Satanás y gobernar sobre la tierra (D&C 84:100) durante el Milenio. Postulamos que el final del tiempo de la tierra significará el comienzo del tiempo terrestre. Éste es el momento en el cual la tierra se alejará del sol y perderá los medios a través de los cuales calcula el tiempo y entonces necesitará un sistema nuevo para calcularlo. Igualmente el comentario de Alma (Alma 40:8, énfasis añadido) “sólo para los hombres está medido el tiempo” no significa que nadie más sino el hombre, tenga un reloj. Porque en el mismo versículo Alma dice “todo es como un día para Dios”, o que Dios cuenta los días también. Aparentemente hay muchos sistemas para calcular el tiempo en la galaxia (Abraham 3:9). El Teorema de Kólob identificaría que el sistema terrestre de tiempo será señalado a los hombres en la tierra al tiempo de la segunda venida. Éste es el 83
tiempo cuando la tierra se aleja del sol. Este acontecimiento cancelará el “tiempo” tal y como lo conocemos. El sistema terrestre de tiempo continuaría para la tierra a través del “día” del Milenio, los mil años cuando la tierra estará descansando. DIOS VE EL PASADO Y EL FUTURO SIN INTERVALOS DE TIEMPO El Señor ha declarado, “todas las cosas… pasadas, presentes y futuras, y están continuamente delante del Señor” (D&C 130:7). Imaginémonos viviendo en un gran Urim y Tumim como dónde Dios vive. Aquí están representadas todas las cosas pasadas, presentes y futuras delante de Él. ¡En la tierra solo podemos ver el presente, pero Dios tiene el poder de ver hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, así como también en el espacio! Él puede ver hacia adelante y hacia atrás, de la misma manera que nosotros vemos a la derecha o a la izquierda. Estos poderes están más allá de los límites de nuestro entendimiento, pero son parte de los grandes poderes de Dios. Este entendimiento aumenta nuestra admiración por Él. CONCLUSIÓN En este capítulo podemos ver que hay muchos sistemas para contar el tiempo, pero tenemos detalles de solamente dos: uno, el de esta tierra mientras que continúa su rotación alrededor del sol y el otro es el de Kólob o el tiempo de Dios. También podemos concluir que los ángeles y los seres espirituales pueden viajar a través de la galaxia a la velocidad del pensamiento.
Capítulo 11
A la imagen del cielo
COROLARIO 10: A LA IMAGEN DEL CIELO Las cosas en esta tierra están hechas de modelos celestiales, y también descienden de estos modelos celestiales, así que podemos entender el cielo en parte a través del estudio de esta tierra. Dios mismo vive en un lugar real, compuesto de materiales reales en una esfera de cristal – un gran Urim y Tumim.
LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO
Las cosas sobre la tierra temporal son semejantes a sus contrapartes espirituales, las cuales Dios ha creado en los cielos (D&C 77:2). La tierra, toda la vida vegetal y animal así como la humanidad fueron creados primero en los cielos como espíritus (Moisés 3:5) y después creados sobre la tierra. El hombre fue creado sobre la tierra a imagen de Dios (Génesis 1:27). De este modo podemos entender mejor las cosas espirituales y celestiales observando las cosas en la tierra, porque la tierra es a imagen y semejanza del cielo. DIOS ES TANGIBLE Es una doctrina común entre ciertas iglesias que Dios es “tan grande que llena el universo, pero tan pequeño que puede morar en tu corazón.” Un ser tal como ése es por supuesto, incomprensible. Jesús dijo, “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3). Los Santos de los Últimos Días adoran un Dios que puede ser entendido con la ayuda del Espíritu Santo. De hecho, es solamente llegando a conocer a Dios y a Cristo que uno puede tener vida eterna.
Dios es real, cuando nuestros ojos sean abiertos nos daremos cuenta de que Él es tangible y bajo las apropiadas circunstancias podremos sentirlo y hablar con Él. Las siguientes escrituras hablan clara y elocuentemente con respecto a la naturaleza real y tangibilidad de nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo: •
El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre; así también el Hijo; pero el Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje de Espíritu (D&C 130:22). Cuando se manifieste el Salvador, lo veremos como es. Veremos que es un varón como nosotros (1Juan3:2 y D&C 130:1). No hay tal cosa como materia inmaterial. Todo espíritu es materia, pero es más refinado o puro, y sólo los ojos más puros pueden discernirlo; no lo podemos ver; pero cuando nuestros cuerpos sean purificados, veremos que todo es materia
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(D&C 131:7-8). EL CIELO ES UN LUGAR REAL Y OCUPA UN ESPACIO “Y hay muchos reinos; pues no hay espacio en el cual no haya reino; ni hay reino en el cual no haya espacio, bien sea un reino mayor o menor” (D&C 88:37). Este concepto es importante para el Teorema de Kólob. Nos ayuda a entender que estamos hablando acerca de lugares reales, que ocupan espacio, aunque no los podamos ver ahora. La materia espiritual es tan fina y pura (D&C 131:7) que, como mortales, no la podemos ver. LA TIERRA FUE DISEÑADA BASADA EN EL CIELO Aunque hay algunas diferencias, la tierra es como el cielo de muchas maneras: • Tanto el cielo, el cual se entiende como el trono de Dios, como la tierra, son de forma esférica. El trono de Dios es un “globo” (D&C 130:7). De la misma manera la tierra es una esfera. Tanto el cielo, el trono de Dios, como la tierra giran alrededor de estrellas; el trono de Dios alrededor de Kólob y la tierra alrededor del sol. Los dos son planetas por lo tanto los habitantes de cada uno de estos lugares pueden caminar sobre la superficie en donde viven. 86
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Los habitantes de cada uno de estos lugares pueden “hablar” entre ellos como nosotros lo hacemos aquí. Hay vegetación y animales en estos dos lugares. Bajo las apropiadas circunstancias esposos y esposas pueden formar familias y tener progenie, hijos espirituales en el cielo quienes llegan a ser hijos mortales en la tierra. Sin embargo, hay diferencias: Todas las cosas en el cielo son perfectas, mas no aquí. En la tierra estamos sujetos al pecado y a la muerte. Además los mortales en la tierra duermen, los espíritus no duermen.
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El presidente Heber C. Kimball le escribió lo siguiente a sus hijos, “Todo lo que vemos aquí es típico de lo que va a ser en el más allá”. 63 El Señor le dijo al Profeta Joseph Smith, “Siendo lo espiritual a semejanza de lo temporal, y lo temporal a semejanza de lo espiritual” (D&C 77:2). Tal parece que la vida en la tierra fue diseñada basada en nuestra existencia pre-mortal, y que nuestra vida post-mortal será diseñada basándose en nuestra vida terrenal. La estructura familiar (D&C 131:1-4), algunas formas de la organización de la Iglesia (D&C 76:54), la posesión de casas o mansiones (Juan 14:2), la posesión de tierra y propiedades (D&C 45:58), el uso de libros (Apocalipsis 20:12), y muchos otros paralelos parecen existir entre nuestro hogar celestial y nuestra existencia presente. HABLANDO, VISITANDO Y SOCIALIZANDO Mucha gente ha notado el cercano vínculo – la fraternidad – que se siente entre los miembros de la familia, de la iglesia y entre amigos cercanos. La espiritualidad no se encuentra retirándose de la sociedad, sino extendiendo nuestra propia alma al servicio de otros. La hermandad que debemos disfrutar en la iglesia aquí continuará en la próxima vida. Nuestro amado Profeta Joseph Smith escribió, “Y la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, existirá entre nosotros allá; pero la acompañará una gloria eterna que ahora no conocemos” (D&C 130:2).
Heber C. Kimball, Masterpieces of LDS Leaders, N.B. Lundwall, página 131.
Fácilmente podemos visualizar cómo es el mundo espiritual para los santos a partir de las palabras de Brigham Young: “Los espíritus no duermen… los espíritus caminan, hablan, tienen reuniones, no se enferman, se mueven como relámpagos, disfrutan la vida y la compañía de los justos, los honestos y no están sujetos al demonio”. 64 Todo esto nos permite pensar en términos concretos con respecto a los espíritus, a otros mundos y a Kólob. La mejor escritura que nos enseña que nuestros cuerpos en la tierra son semejantes a nuestros cuerpos espirituales pre-mortales, se encuentra en el Libro de Mormón. En este caso el hermano de Jared, alrededor de 2.600 A. de C., le llevó al Señor dieciséis piedras transparentes que había fundido de la roca y le pidió que las tocara para que brillaran. De este modo tendrían luz en los barcos mientras cruzaban el océano.
El Señor extendió su mano y tocó las piedras, una por una, con su dedo. Y fue quitado el velo de los ojos del hermano de Jared, y vio el dedo del Señor… Y el Señor le dijo: A causa de tu fe has visto que tomaré sobre mí carne y sangre… He aquí, el Señor se le mostró, y dijo… Yo soy el que fue preparado desde la fundación del mundo para redimir a mi pueblo. Héme aquí, soy Jesucristo… Este cuerpo que ves ahora es el cuerpo de mi espíritu; y he creado al hombre a semejanza del cuerpo de mi espíritu; y así como me aparezco a ti en el espíritu, apareceré a mi pueblo en la carne (Eter 3:6,9,13-14,16).
Con base en este relato, concluimos que nuestros cuerpos espirituales, en la vida pre-mortal, son como nuestros cuerpos físicos mortales, tal y como el espíritu de Jesús se parece a Su cuerpo terrenal. Parece que tanto los hombres como las bestias fueron diseñados basándose en modelos celestiales y quizá descienden de éstos. Se nos informa que Adán y Eva fueron creados a la imagen de Dios (Génesis 1:27). Dios es el creador de los cuerpos físicos de Adán y de Eva. Él es también el Padre de los espíritus de cada hombre y de cada mujer. De este modo, tanto espiritual como físicamente, somos descendientes de nuestro Dios. Por eso somos semejantes a Él.
John A. Witdsoe, Discourses of Brigham Young, Deseret Book Company, 1977, página 380.
EDUCACIÓN, BUSCANDO SABIDURÍA
En nuestras reuniones, debemos edificarnos unos a otros y buscar entendimiento y sabiduría divina. Este mismo patrón de aprendizaje parece haber existido en nuestra vida pre-mortal. Salomón escribió lo siguiente con respecto a la sabiduría en la vida anterior:
Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras. Eternamente tuve el principado, desde el principio, antes de la tierra. Antes de los abismos fui engendrado; antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. Antes que los montes fuesen formados, antes de los collados, ya había sido yo engendrado; No había aún hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; Cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo; Cuando ponía al mar su estatuto, para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra, Con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo. Me regocijo en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los hijos de los hombres.
[Proverbios 8:22-31] La adquisición de sabiduría tampoco se terminará en esta vida. La instrucción y la admonición continuarán en la próxima vida. Joseph Smith dijo:
Cuando subimos una escalera, debemos empezar desde abajo, y subir paso a paso, hasta que lleguemos arriba; y así es con los principios del evangelio – debemos empezar con el primero y continuar hasta que aprendamos todos los principios de la exaltación. Sin embargo pasará mucho tiempo después de que hayamos pasado a través del velo antes de que los hayamos aprendido todos. No todo será aprendido en este mundo: será una gran obra aprender nuestra salvación y exaltación incluso más allá de la tumba. 65
PROCREACIÓN Los poderes sagrados de procreación dados al hombre y a la mujer aquí en la tierra son a la imagen y semejanza de los poderes usados por nuestros padres celestiales para engendrar hijos espirituales (D&C 132:19). Este mismo privilegio
Joseph Smith, citado en el Contributor, Octubre 1882 – Septiembre 1833, páginas 255-256, énfasis añadido.
será concedido a los que fueron fieles sobre esta tierra, en la resurrección, y de este modo, el patrón para generar vida nueva será perpetuado por otra generación de dioses. LAS PLANTAS Y LOS ANIMALES Las bestias, así como las plantas, parecen haber sido creadas siguiendo el modelo de sus espíritus, los cuales fueron previamente organizados en los cielos. Un relato de la creación de los espíritus de todo lo que tiene vida y que vino a la tierra se encuentra en la Perla de Gran Precio:
Y ahora bien, he aquí, te digo que éstos son los orígenes del cielo y de la tierra, cuando fueron creados, el día en que yo, Dios el Señor, hice el cielo y la tierra; Y toda planta del campo antes que existiese en la tierra, y toda hierba del campo antes que creciese. Porque yo, Dios el Señor, creé espiritualmente todas las cosas de que he hablado [previamente el Señor menciona haber creado aves, peces, bestias, plantas, etc...], antes que existiesen físicamente sobre la faz de la tierra… Y yo, Dios el Señor, había creado a todos los hijos de los hombres, y no había hombre todavía para que labrase la tierra; porque los había creado en el cielo [Moisés 3:4-5,
énfasis añadido]. CONCLUSIÓN Podemos concluir con base en la anterior discusión que la tierra mortal y el cielo son semejantes; sólo que la tierra es temporal y oscura mientras que el cielo es glorioso, brillante y eterno. No sólo el hombre es tangible sino que también nuestro Padre Celestial y Jesucristo, nuestro Señor, son seres tangibles (D&C 130:22). Esto es igualmente cierto con respecto al cielo o la residencia de Dios la cual es también real y tangible y existe en el tiempo y en el espacio. La tierra es una réplica de un modelo o patrón muy antiguo.
Capítulo 12
Los hijos del Padre Celestial llegan a ser Dioses
COROLARIO 11: LOS HIJOS DEL PADRE CELESTIAL LLEGAN A SER DIOSES Los hijos fieles del Padre Celestial quienes siguen sus leyes celestiales tendrán la oportunidad, después de su resurrección y exaltación en el reino celestial, de formar nuevas galaxias y Kólobs – cada una con un núcleo, con soles y con mundos como lugares de residencia de su propia e incontable progenie espiritual dando origen a una nueva generación de dioses.
LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO Dios ha prometido “todo lo que Él tiene” como herencia para sus hijos fieles (D&C 84:38, 132:16-17, 29, 37). Recibir todo lo que el Padre tiene es convertirse en un “dios” (D&C 76:58). El plan del universo de Dios debe anticipar materia y espacio con el fin de que estas nuevas herencias puedan ser organizadas y dadas a todo aquel que sea exaltado en el más alto cielo. Este es el lugar a donde van a ir seres los humanos arrepentidos y creyentes. Deberíamos estar interesados en esto porque es nuestro futuro hogar; un lugar para familias eternas y crecimiento eterno. Esta idea está en agudo contraste con la idea actual de que el cielo es un lugar de dicha, de descanso sobre nubes ondulantes, tocando harpas y cantando alabanzas. Rechazamos la idea de no tener familia, ni propósito, ni crecimiento ni logros y de estar completamente estancados. LOS HIJOS FIELES DE NUESTRO PADRE CELESTIAL PUEDEN LLEGAR A SER DIOSES Al tiempo que los hijos fieles de nuestro Padre Celestial entran en su exaltación, debe haber lugares o “mansiones” preparados como los asientos de estas futuras deidades. Los Santos recibirán una herencia en nuestra tierra 91
celestializada. Habrá también futuros Kólobs – futuros núcleos celestiales con estrellas de tamaño gobernante – alrededor de las cuales galaxias puedan ser construidas y puedan rotar. Nuestro Teorema debe permitir materia y espacio para estos nuevos dioses emergentes y sus nuevas galaxias. Como sabemos las bendiciones de la divinidad, las cuales llamamos exaltación, están reservadas para aquellos valiosos santos que abracen la plenitud del evangelio, se arrepientan de todos sus pecados, guarden todos los mandamientos de Dios, como los enseña La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, crean en los méritos de Jesucristo como el Salvador y Redentor, sean unidos a su esposo(a) por la eternidad y con ellos sean unidos por el Santo Espíritu de la Promesa. También deben continuar y perseverar en la fe hasta el final de sus vidas mortales. Después de la resurrección, sólo para éstos será concedida la corona de vidas eternas y la divinidad. El resto, permanecerán como siervos, separados y solteros a través de la eternidad, en su estado de salvación, en un grado de gloria de acuerdo con su fe y sus obras (D&C 132:16-17). CÚMULOS GLOBULARES El Teorema de Kólob requiere algún lugar en el universo en donde nuevas galaxias en embrión puedan ser organizadas para los fieles hijos de Dios que ganen la corona de exaltación. Como un posible mecanismo para lograr esto, ofrecemos los “cúmulos globulares.” Éstas son de forma esférica, se mueven en órbitas muy por encima del plano de la Vía Láctea, pero se mueven alrededor de nuestro centro galáctico. Parecen estar completamente separadas de las estrellas en el plano de la galaxia. Una galaxia madura tiene un núcleo glorioso y brazos espirales divididos en porciones terrestres y telestiales. Otro rasgo prominente de algunas galaxias espirales, por lo menos de la nuestra, es la existencia de “cúmulos globulares”. Los cúmulos globulares son sistemas de estrellas altamente concentradas de forma esférica. Contienen entre diez mil a un millón de estrellas y un diámetro promedio de cerca de 100 años-luz. El Cúmulo Globular 47 Tucanae, mostrado aquí, es un ejemplo de estas magníficas estructuras. Los cúmulos globulares están localizados en igual número en cualquiera de los lados del plano galáctico. El profesor Harlow Shapley trazó la posición de estos cuerpos en el espacio y determinó que estaban distribuidos uniformemente girando alrededor de un punto en el espacio más allá de la constelación de Sagitario. Este punto central viene a ser el núcleo de la Vía Láctea o Kólob. El profesor Shapley fue el primero en determinar el núcleo de la galaxia. 92
Cúmulo Globular 47 Tucanae from SALT
South African Astronomical Society, http:/antwrp.gsfc.nasa.gov/ap05090.html
Los cúmulos globulares están compuestos de estrellas antiguas de tipo II, las cuales son el mismo tipo de estrellas que se encuentran en el núcleo celeste de la galaxia. Se asemejan al núcleo de la galaxia en el hecho de que las estrellas de mayor tamaño así como la mayor concentración de éstas se presentan en las regiones centrales que controlan el cúmulo. El astrónomo Colin A. Ronan escribió, “Parece también que tanto por las observaciones como por la teoría de la gravedad, las estrellas en un cúmulo no están distribuidas uniformemente. Las externas probablemente están separadas por un par de años-luz, mientras que las que están cerca del centro están separadas por solo una fracción de año-luz. La opinión general es que las estrellas cerca del centro están fuertemente unidas”. 66 Esta descripción es una reminiscencia de la que hace Abraham de las regiones cercanas al trono de Dios. Abraham dijo que hay muchas [estrellas] “grandes” cerca de Kólob. En este respecto, y en cuanto al tipo de estrella, los cúmulos globulares se asemejan a núcleos galácticos en miniatura o quizá en embrión.
Colin A. Ronan, Deep Space (Espacio Profundo), MacMillan Publishing Co., NY, 1982, página 58.
Los cúmulos globulares no están localizados dentro del plano del velo de polvo de la galaxia. En cambio, giran alrededor del corazón de la galaxia, en órbitas amplias, por encima y lejos del plano de la galaxia. Debe haber mecanismos a través de los cuales nuevos dioses reciben sus propios reinos celestiales y comienzan a construir estrellas y planetas. El Teorema de Kólob sostiene que los cúmulos globulares pueden ser reinos celestiales jóvenes que Elohim le da en herencia a aquellos que han entrado en la exaltación. Estos individuos necesitarán el espacio y los materiales para crear sus propias galaxias. Los cúmulos globulares quizá pueden ser movidos hacia el espacio lejos de la Vía Láctea y crecer hasta llegar a ser galaxias maduras. Pero si se prueba que esto no es cierto, ¿dónde y cómo son organizadas las nuevas galaxias? Podría Jesús haber estado haciendo referencia a este proceso cuando le dijo a Sus apóstoles hebreos, “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2 énfasis añadido). DOS LUGARES DE GOBIERNO Algunos pudieran preguntar ¿Cómo puede vivir un hombre exaltado, y su esposa, en el centro de una nueva galaxia, cuando se le ha prometido una herencia en esta tierra en el momento que esté celestializada y cerca de Kólob? ¿Se podría contestar con la posibilidad de que este nuevo dios pudiera tener dos asientos de gobierno? Las escrituras enseñan que los Santos heredarán la tierra, recibirán una herencia eterna sobre ella, y morarán en la presencia de Dios para siempre. Además, estas personas exaltadas también podrían tener un hogar en el centro de una nueva galaxia que estén creando. Una consideración como ésta lo lleva a uno a preguntar: ¿Es el gran mar de vidrio sobre el cual Elohim reside ahora, cerca de Kólob, el mismo orbe en el cual vivió cuando era un ser mortal? Es posible que Él tenga dos lugares de gobierno; uno cerca de Kólob desde donde administra Su propia galaxia para Sus hijos (D&C 130:4-8); y el otro, en el centro de la galaxia de Su Padre el cual heredó de Éste. Quizá nosotros también tendremos dos localizaciones. Cada pareja exaltada puede, eventualmente, recibir su propio globo celestial, el cual estará localizado en el centro de su propia galaxia. Allí, los justos crearán y poblarán mundos sin número.
Además, los justos de esta tierra tendrán una herencia sobre ella, cuando sea celestializada. Ya que estos dos lugares están dentro del reino celestial, en donde la comunicación instantánea es posible, la distancia entre ellos no puede ser un problema. Probablemente tomará mucho tiempo tener suficientes hijos en espíritu con los cuales poblar una galaxia, o incluso un planeta. Mientras esto sucede, lo cual puede durar eternidades, las parejas celestiales pueden vivir en nuestra tierra celestializada en el corazón de la Vía Láctea. Allí podremos asociarnos con Dios, Jesucristo, y con los justos de esta tierra. El mormonismo enseña que Dios se deleita en la asociación de amigos y familia. A pesar de que estén ocupados creando nuevas galaxias, aquellos que estén alcanzando la divinidad, podrán hacer muchas visitas a nuestro Padre y hermanos en Su “hogar”. CONCLUSIÓN A partir de este capítulo concluimos que Dios es capaz de cumplir Sus promesas de exaltación para Sus hijos que vivan la plenitud de Su evangelio. Aparentemente Él está creando nuevas galaxias en embrión (quizá como cúmulos globulares) para que Sus hijos fieles las hereden. Al considerar ese día futuro de herencia, nuestra fe en Dios aumenta grandemente. Podemos ver que Él es capaz de cumplir con Su palabra.
Capítulo 13
Otras deidades además de Elohim
COROLARIO 12: OTRAS DEIDADES ADEMÁS DE ELOHIM Las incontables billones de galaxias externas más allá de la Vía Láctea no son las creaciones de Elohim, sino que cada una tiene su propio Dios, su propio reino celestial en su ardiente núcleo, con reinos terrestres y telestiales a su alrededor. Quizá las galaxias, a su turno, se agrupan y rotan alrededor de núcleos de un orden mayor.
LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO Nuestro padre Elohim, tuvo un padre. 67 Esta revelación al profeta Joseph Smith (aunque conocida antes, Apocalipsis 1:6) abre una ventana de entendimiento de todo el cosmos. Ahora podemos visualizar todo el panorama; se despliega ante nosotros como billones de galaxias. Sin importar en qué dirección miremos no tienen fin. Cuando observamos estas galaxias, afuera de la Vía Láctea, nos damos cuenta de que no son las creaciones de Elohim sino posiblemente de sus antepasados y parientes quienes son dioses también. DIOSES ANTES DE ELOHIM El presidente Joseph Fielding Smith dijo, “Nuestro Padre Celestial, de acuerdo con el Profeta Joseph Smith, tuvo un Padre, y como ha existido esta condición a través de la eternidad, cada Padre tuvo un Padre.” 68 Brigham explicó que “nunca hubo un tiempo cuando no hubo Dioses, y mundos cuando los hombres no
Joseph Smith, Teachings of the Prophet Joseph Smith (Enseñanzas del Profeta Joseph Smith), ibid, página 373 Joseph Fielding Smith, Doctrines of Salvation, Vol. 2, página 47.
estuvieran pasando por las mismas pruebas por las que ahora estamos pasando nosotros”. 69 Si uno considera estas declaraciones, la conclusión a la que se llega es que hay un número grande de dioses. De hecho, el proceso a través del cual los dioses se multiplican es infinitamente antiguo y no tiene principio. Aun las generaciones de los dioses son infinitas. Al estudiar el extenso universo debemos esperar encontrar lugares en los cuales estas deidades tienen sus reinos. Quizá uno de ellos es presidido por el padre de Elohim y allí puede encontrarse el antiguo mundo, ahora exaltado, en donde Elohim vivió como un ser mortal hace mucho tiempo. LA CANTIDAD DE GALAXIAS Con los telescopios más poderosos (con un reflector de doscientas pulgadas y con el Hubble de la NASA), los científicos pueden ver más de 1.000 millones de galaxias (véase Fred Hoyle, Frontiers of Astronomy (Límites de la Astronomía), p. 245). Sin embargo, la teoría de este libro requeriría que si Ud. fuera a viajar incalculables años-luz hasta la galaxia más distante que ahora podemos ver, y si mirara más allá, Ud. vería aún más galaxias extendiéndose delante de sus ojos. Simplemente no hay fin para el número de galaxias. El poema del Dignatario William W. Phelps, “If You Could Hie to Kólob”(Si Pudieras Ir a Kólob) (Himno No. 284 Santo de los Últimos Días, versión en inglés), enseña esta misma profunda lección sobre la cosmología mormona:
Si tú pudieras ir a Kólob en un parpadeo de un ojo, Y entonces seguir adelante volando a la misma velocidad, ¿Piensas tú que podrías algún día, a través de toda la eternidad, Encontrar la generación en donde los Dioses empezaron a existir? ¿O ver el gran principio, en donde el espacio no se extendía? ¿O ver la última creación, en donde los Dioses y la materia terminan? Piensa, el Espíritu susurra, “Ningún hombre ha encontrado espacio puro, Ni tampoco visto los límites postreros, en donde nada tiene lugar”. Las obras de Dios continúan, y los mundos y las vidas abundan; El mejoramiento y el progreso son un eterno círculo. No hay fin para la materia; no hay fin para el espacio; No hay fin para el espíritu; no hay fin para la raza.
Brigham Young, Deseret News “Nuevas de Deseret), 16 Nov. 1859, página 290.
Postulamos, de acuerdo con el Teorema de Kólob, que cada una de estas galaxias es gobernada por su propio dios quien está esforzándose para dar vida eterna a Su progenie (véase la foto Nº5 en el prefacio). CÚMULOS GALÁCTICOS El astrónomo Colin A. Ronan ha hecho la siguiente observación, “Al tiempo que mejoran los telescopios, las cámaras y otros equipos para sondear la profundidad del espacio, y al mismo tiempo que se lleva a cabo nuevas inspecciones de los cielos, se está haciendo claro para los astrónomos que las galaxias aisladas son inusuales. Comúnmente están agrupadas en pares o en grupos de tres o más; nuestro Grupo Local no es algo raro sino más bien un ejemplo típico. Al igual que en grupos pequeños, las galaxias también se pueden encontrar en cúmulos, desde cien hasta miles”. 70 Igualmente Isaac Asímov escribió:
Hay cientos de cúmulos de galaxias visibles en los cielos. Obviamente son cúmulos debido a la cercana proximidad de miembros individuales en el espacio y debido a la luminosidad similar de los miembros más grandes. Algunos de los cúmulos son enormes. Hay un cúmulo en la constelación Comma Berenices, alrededor de 120.000.000 de años de distancia, el cual está compuesto por aproximadamente 10.000 galaxias individuales. 71
El Teorema de Kólob sostiene que la galaxia de la Vía Láctea posiblemente está en una gran órbita alrededor de la galaxia del Padre de Elohim, la cual a su vez gira en su órbita alrededor de la galaxia del Padre del Padre de Elohim, y así hasta el infinito. Especulamos que los cúmulos galácticos que observamos en los cielos son un reflejo del orden patriarcal entre los Dioses. El modelo anterior del universo en el cual las galaxias están agrupadas en cúmulos, los cuales a su vez están agrupados en súper cúmulos, etcétera, fue propuesto por el astrónomo De Vaucouleurs, como un “universo jerárquico”. Antes de dejar este tema, discutiremos cómo el Teorema de Kólob encaja dentro del modelo actual del universo extendido. Los dos modelos más ampliamente discutidos son la Teoría del Big Bang y la Teoría del Estado Estacionario. El primero es el más ampliamente aceptado de los dos.
Colin A. Ronan, ibid, página 106. Isaac Asimov, ibid, página 195.
LA TEORÍA DEL ESTADO ESTACIONARIO
El universo en Estado Estacionario puede ser visualizado de la siguiente manera: Imagínese un universo de volumen infinito lleno de un número infinito de galaxias distribuidas uniformemente en el espacio. Ahora, imagínese que el espacio en sí mismo se está expandiendo. De este modo, el universo esencialmente se vería igual para todos los observadores. Sin importar desde que galaxia uno observe, todas las galaxias externas se verían retirándose. Entre más lejos esté la galaxia, más rápida la velocidad con la que se retira. Por lo menos esto es lo que parece cuando los astrónomos observan hacia lo profundo del espacio. En el espacio que hay entre las galaxias, proponemos que hay lugar para que crezcan nuevas galaxias. Imagínese que a medida que el universo se expande, constantemente se está creando materia de la cual se pueden formar nuevas galaxias. Isaac Asímov (quien no es uno de los que propone la Teoría del Estado Estacionario), describe esta teoría de la siguiente manera:
Pero los requisitos de la teoría de la creación continua son de hecho pequeños; la materia necesitaría ser creada a razón de un átomo de hidrógeno por año en un billón de litros de espacio, y este ritmo de creación sería muy pequeño para ser detectado por cualquiera de los instrumentos que poseemos… Al tiempo que las galaxias se alejan las unas de las otras, cualquiera que sea la causa, los espacios entre ellas acumulan materia gradualmente a través de continuas creaciones. De seguro la acumulación es lenta, pero también lo es la velocidad a la cual las galaxias se alejan las unas de las otras, comparado con el inmenso espacio que hay entre ellas. Toma varios eones [billones de años] para que la distancia entre dos galaxias vecinas se duplique, y para entonces se ha formado suficiente materia entre ellas para que se condense como una nueva galaxia. 72
Brigham Young declaró en el Journal of Discourses:
Mientras que estemos en la carne, no podemos recibir las llaves para formar y moldear reinos y organizar materia, porque está más allá de nuestra capacidad y llamamiento, más allá de este mundo. En la resurrección, los hombres que hayan sido fieles y diligentes en todas las cosas en la carne, hayan guardado su primer y
Ibid., página 224.
segundo estado, y sean dignos de ser coronados Dioses, aún los hijos de Dios, serán ordenados para organizar materia. ¿Cuánta materia suponen Uds. que hay entre nosotros y algunas de las estrellas fijas que podemos ver? Sufriente para moldear muchos, muchísimos millones de tierras tal y como ésta, y sin embargo ahora es tan difusa, clara y pura, que podemos ver a través de ella y contemplar las estrellas. Y sin embargo la materia está ahí. ¿Pueden Uds. conceptualizar esto? ¿Pueden darse una idea de la minuciosidad de la materia? 73
Bajo la Teoría del Estado Estacionario, el universo no solo es generalmente el mismo para todos los observadores en el espacio, sino que también es el mismo para todos los observadores en el tiempo. De hecho, el universo nunca hubiera nacido, porque no hay principio. No moriría nunca, puesto que la “creación continúa” le permitiría crecer continuamente. La Teoría del Estado Estacionario ha perdido seguidores entre los astrónomos durante los últimos años porque sienten que las observaciones de las partes más distantes del universo sugieren que éste se veía diferente en el pasado de lo que se ve ahora. Sin embargo, estos descubrimientos no son indiscutibles, y los científicos no están de acuerdo con el significado de los datos. (Para lecturas adicionales tanto de la Teoría del Estado Estacionario como de la del Big Bang, véase The Universe, de Isaac Asímov, capítulos 14, 15 y 19). La Teoría del Estado Estacionario es particularmente atractiva para los Santos de los Últimos Días debido a nuestra doctrina de que no hay principio ni fin para las generaciones de los dioses. La creación continua de materia de la nada es imposible, ya que Joseph Smith escribió, “Los elementos son eternos”. Alguna vez se pensó que los elementos eran los átomos que aparecen en la Tabla Periódica de los Elementos Químicos. Se pensaba que los átomos eran indivisibles y que no podían ser ni creados ni destruidos. Desde entonces hemos aprendido que los átomos no son “elementales” sino que pueden ser subdivididos en protones, neutrones y electrones. Estas partículas sub-atómicas pueden a su vez ser subdivididas. La materia puede ser convertida en energía, y, bajo condiciones especiales, la energía puede ser convertida en materia. ¿Podría parte de la enorme energía que es arrojada desde el núcleo de la galaxia ser convertida en materia para construir nuevos reinos, nuevas galaxias? El conocimiento que tenemos de cómo producir nueva energía y nueva materia, las cuales deben estar disponibles en cantidades infinitas, es limitado. Quizás, distribuidos en el infinito volumen del espacio se encuentren los elementos preexistentes que puedan formar nuevas creaciones. Puede que estos elementos
Brigham Young, Journal of Discourses (Diario de Discursos), Vol. 15, página 137, énfasis añadido.
hayan estado allí desde siempre. Éstos podrían ser necesarios para construir nuevas galaxias para deidades emergentes. Todo esto podría estar basado en el concepto de reciclaje. Sostenemos que habrá suficiente materia y espacio para los nuevos reinos que Dios ha prometido. LA TEORÍA DEL BIG BANG La Teoría del Big Bang establece que toda la materia y energía en el universo entero estaba originalmente en un solo lugar. Esta masa explotó y envió la materia y la energía de la cual las galaxias están compuestas, lanzándolas en todas direcciones. Hoy, todas las galaxias afuera de nuestro cúmulo local se están alejando de nosotros, tal y como se podría esperar de tal explosión. Los radio astrónomos también pueden detectar una radiación de fondo que va en todas direcciones, la cual los científicos creen ser los restos de esta explosión inicial. Si la explosión inicial fue suficientemente grande, el universos se expandirá para siempre, con las galaxias apartándose cada vez más, hasta que solo sean visibles las de nuestro cúmulo local. Si el poder de la explosión inicial fue pequeño, o por debajo de cierta cantidad, finalmente la gravedad puede reducir el universo a un solo pedazo de materia, destruyendo los mundos y galaxias tal y como los conocemos ahora. El ciclo entonces se repetiría con otra explosión y un nuevo comienzo. CONCLUSIÓN Los parientes exaltados de Elohim han organizado y organizarán mundos y soles y gobernarán y poblarán galaxias como lo han hecho todos los dioses antes que ellos. Este patrón continuará a través de toda la eternidad. Siempre habrá suficiente materia y espacio para permitir este crecimiento.
Resumen y Conclusiones
Muchos principios del evangelio se consideran en este libro. El significado de las escrituras es grandemente realzado cuando éstas se exponen en la secuencia del Teorema de Kólob y se comparan con descubrimientos recientes de la ciencia de la astronomía, los cuales, en muchos casos, están alcanzando y comprobando lo que los profetas han dicho desde hace mucho tiempo. Después de una debida reflexión sobre los datos presentados en este libro, abajo enumeramos el resumen y las conclusiones de lo que sentimos son probables explicaciones de la estructura del universo. CAPÍTULO 3 EL TRONO DE DIOS ASÍ COMO KÓLOB POSIBLEMENTE ESTÁ EN EL CENTRO DE LA GALAXIA DE LA VÍA LÁCTEA Abraham vio, a través del Urim y Tumim, la gigantesca estrella Kólob, que “se hallaba más próxima al trono de Dios” (Abraham 3:2); que Kólob es la primera de todas las creaciones de Dios y la más grande (en masa) de todas las estrellas (Abraham 3:16), y que rige “a todas las que pertenecen al mismo orden que ésa [la tierra] sobre la cual estás [Abraham]” (Abraham 3:3). Las escrituras establecen que el trono de Dios “está en medio de todas las cosas” (D&C 88:13). El Teorema de Kólob propone que éste es el centro de la galaxia de la Vía Láctea. CAPÍTULO 4 POLVO INTERESTELAR IMPIDE QUE DESDE LA TIERRA SE VEA EL CENTRO DE LA GALAXIA O CIELO El hombre natural se “marchitaría y moriría” en la presencia de Dios, pero si mirara con “ojos espirituales,” como lo hizo Moisés cuando la gloria de Dios descansó sobre él, podría ver su rostro porque fue “transfigurado en su presencia” (Moisés 1:11). La gloria, luz brillante y enorme radiación proceden de la presencia de Dios para llenar la inmensidad del espacio (D&C 88:12). La tierra está escondida y protegida de esta ardiente gloria con un velo de polvo interestelar.
CAPÍTULO 5
El Teorema de Kólob
NO PODEMOS CONTAR TODAS LAS ESTRELLAS Y PLANETAS EN LA VÍA LÁCTEA, SIN EMBARGO, CADA UNA ES CONOCIDA POR DIOS Dios le reveló a Moisés que había creado “incontables mundos” (Moisés 1:33). También que “así como dejará de existir una tierra… así aparecerá otra” (Moisés 1:38). Pero la creación de mundos es para Dios una tarea secundaria. Su principal enfoque y esfuerzo es el progreso de Sus hijos. Porque Dios dijo “ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39). Para lograr esto, Dios tiene que construir muchos soles y tierras como las residencias de Sus muchos hijos. Aunque el hombre no puede contarlas, Dios las conoce a todas y les ha dado un nombre a cada una. CAPÍTULO 6 UNA GALAXIA PUEDE ESTAR DIVIDIDA EN TRES REGIONES En la resurrección hay tres grados de gloria descritos en maravilloso detalle (D&C 76). Pablo comparó estos grados con el sol, la luna y las estrellas (1 Cor. 15:40-42). Cada uno de estos tres lugares, Celestial, Terrestre y Telestial, será la residencia final de parte de la humanidad después del juicio y la resurrección, su lugar estará basado en sus obras y su fe mientras estuvieron en la tierra. La localización de cada uno de estos reinos de gloria está en los anillos concéntricos de la galaxia de la Vía Láctea con el trono de Dios, el reino celestial, en el centro. CAPÍTULO 7 HAY UN LUGAR PARA LAS “TINIEBLAS DE AFUERA” Se teoriza que la localización de las “tinieblas de afuera”, el lugar final para el diablo, sus ángeles y los hijos de perdición es afuera de los límites de la Vía Láctea en donde es frío y oscuro. CAPÍTULO 8 LA TIERRA ESTÁ VIVA Y HA SEGUIDO UNA SECUENCIA SIMILAR A LA DE UN ALMA HUMANA La tierra está viva y cambia de cuando en cuando. El Señor explicó que “la tierra obedece la ley de un reino celestial, porque cumple la medida de su creación 103
y no traspasa la ley… a pesar de que morirá, será vivificada de nuevo” (D&C 88:25-26). La tierra tiene un espíritu porque fue creada espiritualmente antes de que se volviera temporal (Moisés 3:4-5). Fue revestida con vegetación espiritual y vida animal. Los animales también tienen espíritus (D&C 77:2, Moisés 3:5). Después, la tierra se convirtió en el terrestre Jardín del Edén (Moisés 3:8). Después de la caída de Adán, la tierra fue maldecida o “telestializada” un lugar apropiado para el hombre mortal (Moisés 4:23-25) y quedó sujeta a la muerte. El profeta Enoc, séptimo desde Adán, registra que él escuchó la tierra hablar, diciendo, “Estoy afligida…por causa de la iniquidad de mis hijos” (Moisés 7:48). La tierra también pidió poder descansar (Moisés 7:48). Esta oración le será atendida después de la segunda venida durante los mil años de paz que dure el Milenio (Moisés 7:64). Finalmente la tierra será celestializada cuando retorne a su órbita original alrededor de Kólob. CAPÍTULO 9 EL PADRE CELESTIAL TIENE OTROS HIJOS A QUIENES COLOCA EN OTRAS TIERRAS EN LA GALAXIA DE LA VÍA LÁCTEA La progenie de Dios es ubicada en otros mundos así como en esta tierra (D&C 76:24, 88:51-57). Cristo asistió al Padre en la creación de todos estos mundos. También Cristo es el Redentor de cada uno de estos otros mundos. El profeta Joseph Smith nos enseñó que los habitantes de otros mundos son “salvados por nuestro mismo Salvador.” Así mismo muchos de estos otros mundos están ahora habitados por otros hijos de nuestro Padre Celestial. CAPÍTULO 10 DIOS Y LOS SERES ESPIRITUALES SE PUEDEN MOVER Y COMUNICAR A ALTAS VELOCIDADES Dios maneja Su reino de manera muy eficiente. Tiene medios muy rápidos de transporte y comunicación; una velocidad mayor que la de la luz. El desplazamiento entre diferentes lugares en el reino de Dios puede ser llevado a cabo por seres espirituales cerca o a la velocidad del pensamiento.
El tiempo en la tierra (24 horas/día y 365 días/año) empezó con la caída de Adán (Abraham 5:13) y finalizará al comienzo del Milenio (D&C 84:100). El tiempo de Dios pasa mucho más despacio que el tiempo del hombre; la relación es de uno a 365.000 (Abraham Facsímile 2:1). CAPÍTULO 11 LAS COSAS EN LA TIERRA ESTÁN DISEÑADAS DE ACUERDO CON LAS COSAS EN LOS CIELOS Las cosas en la tierra temporal se parecen a sus contrapartes espirituales, las cuales Dios ha creado en los cielos (D&C 77:2). Los seres humanos, hombres y mujeres, fueron creados en la tierra a imagen y semejanza de Dios en los cielos (Génesis 1:27). De esta manera podemos entender mejor las cosas espirituales y celestiales al observar las cosas en la tierra, porque la tierra, y todo lo que está en ella, es a imagen y semejanza del cielo. CAPÍTULO 12 DIOS TIENE LA HABILIDAD DE CUMPLIR SUS PROMESAS A SUS HIJOS FIELES Dios ha prometido todo lo que Él tiene como herencia para Sus hijos fieles (D&C 84:38, 132:16-17, 29, 37). Recibir todo lo que el Padre tiene es llegar a ser un “dios” (D&C 76:58). El plan del universo de Dios debe incluir materia y espacio para que estas nuevas herencias sean organizadas y dadas a todos aquellos que sean exaltados en el cielo más alto. Esto no significa que estos hijos fieles de Dios van a tomar el lugar de nuestro Padre Celestial, sino que se convertirán en los dioses de sus propios hijos espirituales (D&C 76:58; 132:20). Esta idea está en agudo contraste con la idea actual de que el cielo es un lugar de dicha, en el que descansaremos sobre nubes ondulantes, tocando arpas y cantando alabanzas. Rechazamos la idea de no tener familia, ni propósito, ni crecimiento ni logros y de estar completamente estancados.
CAPÍTULO 13
El Teorema de Kólob
LAS MUCHAS GALAXIAS QUE VEMOS MÁS ALLA DE LA VÍA LÁCTEA NO SON CREADAS POR NUESTRO PADRE CELESTIAL SINO POR OTROS DIOSES Nuestro padre Elohim, tuvo un padre. Esta revelación al profeta Joseph (aunque conocida antes, Apocalipsis 1:6), abre una ventana para entender todo el cosmos. Ahora podemos visualizar todo el panorama; se despliega ante nosotros como billones de galaxias. Sin importar en qué dirección miremos no tienen fin. Cuando observamos estas galaxias, afuera de la Vía Láctea, nos damos cuenta de que no son las creaciones de Elohim sino posiblemente de sus antepasados y parientes quienes son dioses también. Pero para nosotros solo hay un Dios el Padre y solamente un Señor Jesucristo a quienes adoramos.
Bibliografía
Las notas bibliográficas están incluidas en el cuerpo del texto. Las citas de pie de página han sido seleccionadas de todas las obras estándar de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Las obras estándar incluyen: La Santa Biblia, El Libro del Mormón, Doctrinas y Convenios, y La Perla del Gran Precio. Todas las otras fuentes y autoridades han sido consignadas en una lista en orden alfabético abajo en esta bibliografía. Cuando la referencia es de un autor, se encuentra bajo el nombre personal del autor (no del apellido). Bernhard, Bennett, Rice, New Handbook of the Heavens Hubert J. Bernhard, Dorothy A. Bennett and Hugh S. Rice: Moon Stars Astronomy, Whittlesey House, McGraw-Hill Company, New York, 1964. B.H. Roberts, The Gods and Their Government, Contributor. Bok and Bok, The Milky Way 5th Edition, Harvard University Press, Cambridge, MA, 1981. Brigham Young, Journal of Discourses. Brigham Young, Deseret News 16 Nov. 1859. BYU Selected Speeches, 1951, J. Reuben Clark, Jr. “What Was This Jesus”, published by BYU Extension Publications. Chet Raymo, Starry Nights: An Introduction to Astronomy for Every Night of the Year, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, New Jersey. Colin A. Ronan, Deep Space, MacMillan Publishing Co., NY, 1982. Deseret News. Eliza R. Snow, LDS Hymns, 1891. Franklin D. Richards and James A. Little, Compendium of the Doctrines of the Gospel, Salt Lake City, Deseret Book Company, 1925. Fred Hoyle, Frontiers of Astronomy, New York, Harpers, 1955. G. Neugebauer & Eric E. Becklin, “The Brightest Infrared Sources,” Scientific American, April 1973. George Reynolds and Janne M. Sjodahl, Commentary on the Pearl of Great Price, 1965. Hal Knight, “Are There Millions of Earth-like Planets?,” Deseret News, Feb. 2, 1966. Harlow Shapley, The Galaxies, Harvard University Press, Cambridge, MA, 1961. Heber C. Kimball, Masterpieces of LDS Leaders, N.B. Lundwall. Hollis R. Johnson, “Civilizations out in Space,” BYU Studies, Autumn 1970. 107
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El Teorema de Kólob
Acerca del Autor
Lynn M. Hilton es conocido como un explorador y pensador original. Fue entrenado como piloto bombardero en el Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra sirvió una misión en los Estados de Nueva Inglaterra (1945-1947). Se casó y fue unido a Annalee Hope Avarell en 1948. Recibió un PhD en el Departamento de Educación de la Universidad de Chicago en 1952. Fue profesor en la Universidad de Brigham Young de 1953 a 1964. Durante su tiempo en BYU sirvió como Decano Asociado para la Educación de Adultos. Sirvió un período en la Cámara de Representantes de Utah. Fue el descubridor original del Rastro de Lehi en Arabia (véase la revista Ensign “In Search of Lehi’s Trail,” (En la Búsqueda del Rastro de Lehi) Septiembre y Octubre de 1976). Trabajó durante cuatro años en Egipto y durante siete en Arabia Saudita. Su fiel esposa Hope murió en 1999 después de una larga enfermedad. Durante toda su vida ha servido en muchas asignaciones en barrios, puestos y misiones para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Tiene cuatro hijos y catorce nietos. Se casó y se unió a Nancy Mae Goldberg en el Templo de Salt Lake en 2001 y desde entonces ha cumplido cinco misiones con ella. Sirvieron en Sidney, Australia, en el Edificio de las Oficinas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y en la Misión de Atenas-Grecia con asignaciones en Irbid, Jordán y Atenas, Grecia; Misión Nueva York Sur y Misión Massachusetts Boston. Es autor de muchos libros y artículos, algunos de ellos ampliamente publicados.
¿CREE USTED QUE EL TRONO DE DIOS SE ENCUENTRA EN EL CENTRO DE NUESTRA GALAXIA? ¿ALGUNA VEZ SE HA PREGUNTADO CÓMO ES QUE ESTÁ ESTRUCTURADO EL UNIVERSO DE DIOS?
Aquí encontrará una teoría que le dará una comprensión más profunda sobre estos temas. LA TEORÍA DE KÓLOB, escrita por el profesor Lynn M. Hilton, nos permite ver más claramente el hogar celestial en el cual vivimos antes de nacer y el hogar en el cual viviremos después de muertos. Estos lugares se nos muestran más reales; están formados por materia, algunos de materia muy pura y refinada y existen en el tiempo y en el espacio. Nos ayuda a prever la realidad de las glorias de nuestros hogares futuros. Lynn, como un hombre de fe, une en una sola teoría evidencia científica y fuentes de La Iglesia de Los Santos de los Últimos Días, para dar cuenta sobre la forma y la estructura de todos los mundos, planetas y soles. Lynn defiende la teoría de que la gran estrella Kólob (la cual está muy cerca al trono de Dios) se encuentra localizada en el centro de nuestra galaxia La Vía Láctea. Examina varias teorías básicas que se derivan de esta hipótesis. ¿Por qué es este libro importante para el lector? Los siguientes son algunos comentarios de personas que ya han leído el libro: “Desde que consideré la Teoría de Kólob, mi mente no ha descansado. Ahora miro hacia los cielos con nuevos ojos”. William M. Boushka, MD, El Paso, Texas. “Pasé unas horas maravillosas con este libro. Pienso que es de lo mejor que he leído sobre este tema”. Robert K. Petersen, PhD, Morgan, Utah. “Su libro nos hizo sentir como si pudiéramos tocar el cielo con nuestras manos, es maravilloso”. John y Sieglinde Wheldon, Logan, Utah. “Disfruté inmensamente su Teoría de Kólob. Está llena de muy buena investigación, de nuevas ideas, y a mí me suena verídica”. George Potter, Saudi Arabia.
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